Mañana es la manifestación semanal en Bi’Lin. Las manifestaciones no son nunca aburridas, no consisten en solamente en caminar de A a B. Probablemente caminarán también, pero se nota que hacen accesorios creativos para cada manifestación. Algunas veces son pancartas, algunas veces algo más.

Unos cuantos hombres y chicos vienen al piso a trabajar en los accesorios de mañana. También más internacionales. Nos cuenta H que el ejército ha entrado en el hotel donde algunos de nosotros vuelven para tomarse una ducha decente, beber alcohol o simplemente descansar y hablar con otros extranjeros. Parece que los soldador buscaban a palestinos que no tienen permiso para estar en Jerusalén. Registraron todo el hostal pero no encontraron a las personas que en teoría andaban buscando, así que no ocurrió ninguna detención ni ninguna paliza ni ninguna matanza. Pudo ser verdad que buscaban a algún “ilegal”, o pudo ser un ejercicio de acoso rutinario.

El hecho es que no sólo han revocado el permiso para trabajar en Israel, también deniegan a muchos palestinos el derecho a “viajar” a los territorios no ocupados militarmente, lo que se reconoce como Israel por ambas partes, y eso incluye todo Jerusalén aunque la comunidad internacional siga diciendo que Jerusalén Este pertenezca a los “Territorios Palestinos”.

También empiezan a llegar activistas israelíes, para pasar aquí la noche y amanecer mañana donde tendrá lugar la manifestación.

Una israelí nacida en Suecia me cuenta cómo ella pudo venir aquí con más derechos que los que tienen ahora los palestinos…

Como judía, tuvo derecho a venir y vivir y en algún asentamiento especialmente preparado para inmigrantes como ella a expensas de las expropiaciones de tierra ya explicadas aquí. El único pequeño “problema” fue que tuvo que aprender hebreo. Pero me cuenta que ella aprendió hebreo en seis meses, porque es muy fácil. Ahora ya lo domina, dice, y está aprendiendo árabe, que es mucho más difícil; lleva años intentando y aún no puede tener una conversación fluida. Ademas es difícil practicarlo porque los palestinos quieren practicar su inglés o presumir de que saben hebreo. Casi todos los palestinos, dice, al menos los hombres, saben hebreo, bien por haber trabajado para los israelíes, cuando les era permitido, o por haber estado en la cárcel. No tanto las mujeres. Por eso le gusta mezclarse con mujeres y niños, para poder hablar en árabe con ellos.

Ahora que lo pienso, no me he encontrado con ningún palestino ni palestina que no sepa al menos darme direcciones en inglés. Quizás sea por que he estado en sitios donde están acostumbrados a ver extranjeros, y a hablar con nosotros.

F es francesa y economista, por como habla. Dice que ha hablado de la agricultura y ganadería palestina con muchos campesinos y la conclusión con todos es la misma, que Palestina tiene muchísimo potencial para ser un país rico, desarrollarse a partir de una producción agrícola excelente.

Recuerdo que en clase de Historia nos explicaron que cuando los Reyes Católicos expulsaron a judíos y árabes de Castilla y Aragón tuvieron que dejar a una familia árabe de cada diez porque eran las que sabían de agricultura. Esa sabiduría se ve aquí, en sus sistemas de regadío, en cómo mantienen sus huertas en las condiciones de privación en que les tiene el ejército israelí… todo lo que he comido aquí, sobre todo en los pueblos, es producto de sus tierras, y es realmente excelente; el aceite, la zata, el pan, las aceitunas, las mandarinas, las clementinas (que son frutas diferenciadas por cierto)… y otras frutas cuyo nombre nunca aprenderé… La conclusión de F es que, de qué sirve todo esto si las fuerzas de ocupación no permiten sacar ninguno de estos productos fuera del país!

Así que lo que ha pasado desde la llegada del estado israelí es un estrangulamiento continuo de la economía palestina; primero les quitan su tierra y hacen de sus habitantes refugiados, luego les quitan el agua, luego ponen a los refugiados y otros destituídos trabajar para la población ocupante, luego prohíben esta forma de subsistencia mientras se llevan más tierra y más agua, y mientras hacen todo esto no permiten ningún comercio con el mundo exterior – ni siquiera con la población ocupante.

Y luego recuerdo a un colono diciéndonos que todas las aspiraciones de los árabes son largarse fuera del país para hacer fortuna en otro lado. Y nos lo creemos.