Este texto vino el día de Navidad, de parte de David, que ha estado escribiendo sus vivencias a sus familiares y amigos y, últimamente, a mí también. Esta página habla sobre él y su propia deportación (está en inglés):
http://www.palsolidarity.org/main/2006/01/19/iof-evacuated-human-rights-workers-instead-of-illegal-settlers/

Habla de Andrew. Andrew estuvo en Palestina hace algunos años. He oído bastante hablar de él pero cuando realmente supe su historia fue cuando leí una carta que algunos amigos de ISM escribieron al periódico que había publicado un artículo bastante muy engañoso, para contestarlo – no sé si este periódico habrá publicado aquella carta.

La última acción de Andrew en aquella primera visita fue encadenarse a una casa que iba a ser demolida. Las fuerzas israelíes demuelen casas de terroristas para castigar a sus familias enteras. No hay ningún proceso legal contra la familia, ninguna necesidad de demostrar que son culpables de nada más que de ser la familia de alguien que se suicidó matando civiles. Esto es castigo colectivo y está condenado por la O.N.U, y va contra la Convención de Ginebra.

Pero no hay ninguna fuerza internacional en Israel con la misión de hacer estos tratados internacionales válidos, así que Andrew utilizó su cuerpo para intentar evitar que se cometiera un crimen de guerra. El periódico describió esto como «[él] se hospedaba en la casa de un terrorista».

La respuesta de las fuerzas israelíes en ese momento fue deportarlo – por haber intentado evitar un colectivo, que es un crimen de guerra. Pero él volvió.

En esta segunda vez, mientras esperaba su cita para renovar su visa, lo arrestaron cuando paseaba por la calle, en Hebrón, y habría sido deportado inmediatamente si él no se hubiera opuesto. Como resultado, se le mantuvo en prisión hasta que «cambiase de opinión» y aceptase la deportación.

Así que esto es lo que nos escribió David, pensando cómo es la vida en prisión en Navidad (texto traducido del inglés).

“Es Navidad en el centro de detención de Tzohar donde mi amigo Andrew todavía está preso pendiente de ser deportado de Israel — país que nunca tuvo intención de visitar. «Nos dieron dos huevos esta mañana; no sé si esto pretendía ser alguna clase de tratamiento festivo», me dijo por teléfono esta tarde. Aparte de esto es como cualquier otro día de cárcel para Andrew y los muchos ‘trabajadores huéspedes’ que están presos con él, «no notarías que es Hannukah», me dijo.

«Estos presos compañeros de Andrew están aquí porque perdieron sus trabajos mayormente; Israel concede visas de trabajo que están condicionadas a tener un empleo — puedes vivir en Israel siempre y cuando estés empleado; pierde tu trabajo y estás arrestado. Muchos de estos trabajadores huéspedes elegirán permanecer en la cárcel antes que ser deportados, esperando que un patrón vendrá a ofrecerles trabajo. Andrew así me describió la situación hace dos semanas:

«El patrón entró y escogió a dedo a varios detenidos, que fueron entonces libres para irse, con sus nuevas visas de trabajo, válidas durante el tiempo del contrato.

«Andrew lleva ya un mes en la cárcel, habiendo pasado una semana incommunicado (en confinamiento solitario) antes de que su consulado se enterara y lo sacara de ahí. Hablé con sus padres la semana pasada por el teléfono, sonaban preocupados por su hijo, pero apoyan sus acciones — me preguntaron que me asegurase de que alguien lo vistara en Navidad. Hoy es Navidad, pero la prisión no permite visitas los domingos, así que Andrew recibirá una visita mañana.

«Andrew vino a Palestina hace varios meses con la intención de trabajar en Tel Rumeida, Hebrón, y así lo hizo hasta que las fuerzas armadas israelíes lo arrestaron y lo llevaron a Israel, a donde está ahora, aguardando su deportación, argumentando que estaba en Israel ilegalmente.

«Aquí hay una carta excelente de los padres de Andrew’s (de Nuevo en inglés):

http://www.palsolidarity.org/main/2005/12/01/our-son-is-an-hro/

«En este día de celebración – de comidas y conversación, amigos y familia – por favor recuerden a todos aquellos que están presos — en Israel, en Palestina, en Irak, y en todo el mundo.»