No sé si debería contar esto pero el caso es que un amigo quiere poder pagar su factura del teléfono mensualmente y como no le dejan pues le voy a hacer el favor… que por qué no le dejan? Por ser un p**o inmigrante.

Supongo que le habrán preguntado cuanto tiempo lleva viviendo aquí y al no decir que más de tres años le habrán dicho que na-nai. Por qué le han ofrecido una factura mensual en primer lugar?

Chris tenía razón en que lo del registro electoral no es solo para votar ni mucho menos. Lo primero que me han preguntado es si estoy registrada en esa base de datos.

– Y cuánto tiempo llevas con tu banco?
– No mucho.
– Y cuánto tiempo llevas viviendo en tu dirección actual?
– 7 meses.
– Y en la dirección anterior?
– 9 meses.
– Necesito todas las direcciones donde has vivido los últimos tres años.
– Pues vana a ser unas cinco o seis.
– Qué?
[explicación enfadada de lo que pasa cuando no tienes casa y tu habitación es simplemente el negocio de tus caseros]
– Tiene un carnet de conducir británico, señora?
– No conduzco. Y si condujera, probablemente tendría un carnet ‘español’
– Necesito su carnet de conducir británico.
– Bueno (dando la conversación por finalizada y el negocio por abortado)
– Tiene un pasaporte británico, señora?
– No. Tengo una pasaporte ‘español’.
– Oh. Me da el numero por favor?
– No me lo sé de memoria. […]
– Pero ese numero que me ha dado no es válido.
– No (de nuevo dando la conversación por finalizada y el negocio por abortado)

Pero la conversación sigue y sigue y la compra parece que se va a llevar a cabo. La voz me advierte ahora que su compañía va a comprobar que lo que le he dicho es cierto y que nunca me he declarado insolvente. Lo que la voz no me dice es dónde exactamente encaja mi registro en el censo electoral.

Imagino que hacen esto para asegurarse de que, en caso de que mi amigo no pague, valga la pena llevarme a mí a juicio para recuperar el dinero. Si no, no hay trato. La valía de una persona en base a su capacidad financiera.

Y para colmo me llaman luego de la misma compañía para pillarme en algún dato incorrecto – bueno no, que han dicho que de pronto se han encontrado con todos mis datos por casualidad. ya. Como voy dejando mis datos caidos por las esquinas… bueno por las esquinas no, que diría el otro, pero en todos los supermercados donde compras si, y donde sacas pelas… ahora hasta donde te montas en el bus o en el metro queda grabado en una base de datos de las que no nos imaginamos lo grandes que son.

Cuando le cuento a mi amigo la cantidad y la clase de preguntas que me han hecho, se le queda una cara de sorpresa y de culpa. Apuesto a que ahora se pregunta qué puede estar haciendo mi nombre en el registro o censo electoral. De hecho, yo también me lo pregunto. Se abstiene de preguntar. Y yo me abstengo de responder.