Bush y Blair han elogiado al papa despues de que se ha muerto. Pero no se sintieron ‘inspirados’ por Juan Pablo II cuando se opuso con firmeza a la invasión de Iraq.

Antes de ser nombrado papa, Karol se había opuesto al comunismo y al ateísmo en su Polonia natal; también se opuso al capitalismo y a sus efectos sobre la gente en los países explotados, pero esto no es mencionada por los medios occidentales, que adoptaron el mito del ‘final de la historia’: con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, el «Imperio del Mal» (el de entonces, que ya sabemos que ahora hay otro) fue derrotado, y ahora nosotros(?) vivimos en el más hermoso de los jardines.

También antes de ser papa, la suya fue una de las voces más reaccionarias durante el Concilio Vaticano II. Este Concilio introdujo la noción de la «paternidad responsable», pero para muchos cristianos, la muestra más importante de los efectos de este Concilio fue el compromiso con la «opción para los pobres», especialmente visible en ciertas partes de la iglesia, sobre todo en América latina, donde nació la Teología de la Liberación. Con Juan Pablo II como papa, la iglesia castigó a los sacerdotes y profesores que más radicalmente se comprometieron con los oprimidos, con la justicia y con el cambio social.

Juan Pablo II fue el papa que llevó a la iglesia de vuelta a la arena política, adjudicándose poder político y social, destruyendo tentativas de democratización y descentralización dentro de la iglesia, y sangrantemente ignorando instituciones creadas como resultado de la colaboración entre sacerdotes, curas y laicado en el espíritu del Concilio Vaticano II. Al menos esto es lo que se vivió en Vizcaya en cierta ocasión.