Esta semana empieza la fiesta mas importante de los cristianos. Hemos venido a un pueblo que, sus habitantes no lo saben, pero está en el corazón mas profundo de la Castilla antigua (Castilla significa “tierra de castillos”). Piso más tierra, barro y hierba en Londres que aquí, pero a esto se le llama pueblo, y eso que hace tiempo algún rey antiguo le diera el titulo de ciudad.

Las calles se han asfaltado, las fuentes se han cegado. Incluso se han construido carreteras donde antes había río. Yo conocí uno de estos ríos cegados, incluso puedo imaginármelo donde un día estuvo. Hoy hay un paseíto, muy mono el, con hierba y flores, pero no se la puede pisar.

Donde había un molino ahora hay una fábrica de harinas – y gracias que queda gente que lleva trigo a ese sitio – y donde antes veía al vaquero llevar a las vacas a beber… primero se suprimió el abrevadero, o pilón en castellano (lengua de Castilla), donde nosotros fuimos los últimos niños en hacer guerras de agua… quedó la fuente, más mona y civilizada, que luego se cegó, y más adelante, cuando ya nadie se acordaba de ella porque ya era inútil, simplemente se la suprimió a cambio de un bloque de pisos de lujo. Por supuesto, al vaquero se le había dado la jubilación anticipada hacia mucho tiempo, y a los niños que vinieron después que nosotros ya les compraban videojuegos, y olvidaron jugar a guerras de agua, a la cuerda y al truquemé.