Ultima vez que Caroline y Zara me entrevistan en el programa de la hora de comer. Me he quedado unas horas para cubrir el turno de encargad* del estudio, y en esto estaba cuando me llama M * desde el hospital porque su hijo ha tenido un ataque de asma. No sabe cuánto tiempo estarán allí.
Llego allí bastante más tarde del fin de la hora de visitas pero nadie me dice nada, mayormente porque no hay nadie por allí. Vamos, que por ellos como si llevo una bomba o una metralleta, o enveneno a cualquiera de esos chiquillos, que nadie se habría enterado.
Cuando encuentro la habitación donde se quedan, M * está muerta de hambre porque aún no se no ha podido mover de al lado de la cuna para pillar algo de comer. Su hijo ha estado llorando casi continuamente, y ella dice que no se puede ir de su lado esté llorando – y además, llora más si ve que su madre se va.
También se queja ella de que siempre que ha dejado a su hijo dormido, se ha vuelto y se lo ha encontrarlo llorando, las enfermeras no le hacen ni caso y lo dejan ahí llorando. Así pues, como las comidas para los padres “no se incluyen”, ni tampoco el servicio de ir a la tienda demasiado cara de abajo para traerle un bocadillo, se ha tenido que pasar sin comer la mayor parte del día. Así que si no fuera por las visitas, la opción sería entre dejar a un niño pequeño sufriendo y llorando solo, o morirse de hambre.