Hace algunos años, alguien murmuró algo así como «no sé por qué la gente joven no usa la bici en vez de transporte público». No supe qué contestar en ese momento pero desde entonces he estado pensando en una respuesta articulada. Así que aquí va una lista de cosas que impiden que algunos amigos tengan o usen una bici:

* el precio de bici – y las grandes posibilidades de que te roben la bici, o partes de ella.
* el espacio para guardarla
* las distancias grandes de Londres
* el sudor
* la necesidad de ropas especiales
* la suciedad
* el peligro
* cualquier molestia física

Por supuesto la mayoría de estas cosas tienen solución – pero no hay nada gratis. Lo que puedo concluir a partir de los períodos en los que he usado la bici y que he usado transporte público, es que ir en bici requiere una disposición y un esfuerzo mentales adicionales, aparte de el físico. Sales de casa para coger el autobús y solo necesitas el pase de autobús y lo que vayas a usar una vez en tu destino. Coges la bici, y necesitas todo un equipamiento aparte de lo que vayas a usar en destino. Cuando se va con las manos vacías esto parece una tontería, pero cuando usas ‘juguetes’ como micrófonos o minidisks – y no digamos si son libros – llevar una mochila a la espalda no es una opción.

Ya sé que hay accesorios para hacer la vida del ciclista más fácil. Estos se hacen de diferentes medidas para que encajen en los diferentes tipos de bici que hay. Pero por supuesto las bicis evolucionan, y los accesorios con ellas. Así que si tienes una bici de 20 años para la cual ya no se fabrican accesorios, tienes dos opciones: pasarte sin ellos o comprarte otra bici. Algo parecido a lo que pasa con los ordenadores.