Pronto voy a ir a Palestina. Los planes están tomando cada vez más forma, aunque la verdad lo que va tomando forma es esta especie de despedida, más que antelación. Es extraño, es imaginar el funcionamiento de muchas cosas en tu ausencia, y preparar todo para que esa maquinaria siga así, funcionando.

Y luego está la anticipación ciega, porque cada persona te dice una cosa diferente, de lo que te vas a encontrar tan lejos. Por supuesto, los más próximos (y sobre todo las más próximas) te dicen que estás loca yendo precisamente donde peor están las cosas.

Pero vamos a ver – si tienes la oportunidad de tu vida, el viaje irrepetible que seguramente nunca más vas a tener oportunidad de hacer, a dónde te vas? Yo estoy teniendo en este momento esta maravillosa oportunidad y solo puedo imaginar un lugar -ese lugar de donde has estado oyendo hablar primero, leyendo después, toda tu vida, desde que te hicieron cristiana, hasta cuando elegiste ese camino tú misma. Así que utilizo mi grandísimo privilegio de tener más de un mes en blanco con un trabajo esperando al final, para hacer este viaje, y me comprometo mentalmente a escribir a diario, a sacar fotos, vídeo, y a compartirlo como pueda – que este es otro cantar.

Porque luego está el hecho de que no tendré tanta conectividad. Por otra parte, nunca imaginé que sería tan fácil abstraerse y concentrarse en un internet café, aunque se oigan voces alrededor, en fin, todo esto me parece muy extraño, más extraño aún que cuando me vine – pero luego el plan es totalmente diferente, no?