Es 2006. Algunos de mis amigos tienen banda ancha / broadband / internet alta velocidad en casa, pero la mayoría de nosotros todavía estamos utilizando acceso telefónico. La primera vez que me encontré con la banda ancha fue en una okupa privilegiada. Habían logrado mantener la casa durante aproximadamente una década. Diferentes generaciones de okupas, pero lo suficientemente estable como para pensar en compromisos a largo plazo. Ellos también se las estaban arreglando con una conexión telefónica a internet.

“¿Quién está usando el Internet!”

Gritos a través de las escaleras.

“¡Yo! No será un minuto!”

“Venga, que he estado esperando para hacer esta llamada durante horas”

Todo era muy frustrante, y tan a menudo, que decidieron mirarlo y fueron los primeros vi que disfrutando – y compartiendo, conmigo entre otros – el placer de ser capaz de utilizar el Internet desde diferentes ordenadores, y aún hacer llamadas telefónicas. Lo cual era una necesidad ya, especialmente compartiendo casa.

Hoy es mi turno. He estado usando dial-up durante unos seis años. Incluso he podido transferir mi cuenta de acceso telefónico de mi dirección anterior a ésta. Cinco libras al mes, y puedo utilizar tanto Internet como necesito de las diez de la noche hasta las ocho de la mañana. Ha sido suficiente los últimos cinco años, en cuatro direcciones diferentes. Pero ahora comparto casa con otros cuatro – y trabajo de noche.

Así que, tras convencer a la casa para contribuir, es tan emocionante. No más navegar sólo por la noche nunca más. Y no más cortes de conexión para dejar que alguien más use la línea telefónica.